lunes, 28 de septiembre de 2009

Las formas de la oscuridad
























En la negra noche eterna bajo mis parpados, nada tiene forma, excepto lo que toco. Y como si fuera un lápiz de tinta imperdurable en el tiempo, con mis manos
voy pintando sin colores las formas redondas o rectángulares (pues no hay otras) de todas las cosas.
Pero se va perdiendo todo, y ya no puedo saber cómo son estas cosas, ni cuán cerca o cuán lejos están de mi.
Me siento cayendo en el más profundo abismo, pero sin caer.
Flotando en el mar de lodo más gigantesco, pero sin flotar.
Volando en el infinito universo, pero sin estrellas.
Aquí lo tengo todo, y no tengo nada.
Aquí no hay reglas, porque no hay caminos.
Pero sí estoy yo, y todos mis pensamientos, que caen como las hojas secas de un árbol en otoño, a un río que nunca las traerá de vuelta.

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