martes, 11 de mayo de 2010

Portishead - Gloomy Sunday

Un maravilloso cuento nocturno que encontré

La vida transcurre mientras estoy aqui. Aqui, buscando profecias. La fe es la razon de mi vida. Fe de un futuro mejor. Fe de encontrar el amor. El futuro, pensar que alli voy a vivir. Interrogantes deambulan en mi cabeza, son huespedes. La vida, algo facil de crear o destruir, porque es tan compleja? Lograre ese sueño algun dia? Te fijaras en mi algun dia? Sueños, sueños a gritos, un grito desesperado se atora en mi garganta. Estas tan cerca de mi, y tan lejos al mismo tiempo!!!! Un grito sordo, no me sale la voz cuando estoy contigo. Estoy tirado en el suelo, viendo el techo. Busco respuestas, pero las encontrare ahi? Ver todo desde mas alla. Ganarlo todo, perderlo todo. La distancia a ese dia se acorta peligrosamente. Llegare a ese dia? Estaras a mi lado para cuando suceda? El camino hasta ahi es duro, no cualquiera puede caminarlo. Tengo la fortuna y desdicha de recorrerlo. Lo siento, no puedes ayudarme. Debo recorrerlo solo. Es un camino solitario. Asumi que debo recorrerlo, asi que no hay retorno. Sacrificios, cuantos mas tendre que hacer para concretar el camino? Si no pagas no recibes. Creo que he sacrificado bastante por esta causa, he sacrificado el amor, he sacrificado tiempo. Ha valido la pena? Que he recibido? Un grito de angustia, por favor una respuesta, por favor una respuesta

lunes, 3 de mayo de 2010

Espejos (microcuento rarísimo)
























Laura era muy vanidosa.
Siempre andaba con un espejo bajo la manga.
Y como era tímida,
ideó un mecanismo para poder contemplarse,
sin que las personas lo notaran.

Así fue como se inyectó en las manos,
la sustancia que causa el reflejo.
Y así podría observarse todo lo que quisiera,
día y noche.

Pero un día que caminaba por la calle,
una de sus manos reflejó al maleante
que venía tras de ella con el fín de matarla.
Y su cerebro, acostumbrado a procesar
lo que su mano reflejaba y proyectarlo en sus ojos,
evitó este paso y lo proyectó instantánemente en su mente.

Rapidamente Laura se dió vuelta
y le dio al hombre una fuerte bofetada,
que sonó como un cristal trizarse.
El hombre sangraba profusamente,
la sangre le salía a borbotones por toda la cara.
Laura estaba intacta,
y en su mano brillaba tranquilo,
el rojo reflejo de la luna.