lunes, 28 de septiembre de 2009

El unico futuro que se avecina



Hoy están todos solos. Los veo pasar; cabizbajos por la calle.
Aquel hombre que cruzó con roja sin mirar a ninguna parte.
Aquel hombre, sabía que lo estaba observando.
Pero no hizo nada al respecto.
Él sabía que estaban todos solitarios, inintermitentes,
pero jamás le harían daño... ni él a ellos.

El mundo se dividió.
En algún momento las familias disminuyeron su volumen.
En otro, las parejas se separaron.
Ahora todos eran entes, que hacían lo que debían por instinto.
Ya no era una sociedad, sólo humanos que hacían lo suyo,
sin depender del resto, sin contribuir con nadie.
No era egoísmo, era evolución.
De hecho, la evolución siempre ha dependido de una pizca de egoísmo.
Cuando se empezaron a formar las civilizaciones,
unos pocos recibieron de lo que muchos dieron.
Y cuando estas civilizaciones se empezaron a globalizar, el humano fue egoísta con el planeta.
Intentó privarlo del agua, intentó privarlo del aire y de la capa de ozono.

Ahora que los humanos son egoístas unos con otros,
han evolucionado por completo, y están listos para morir como especie.
Ya nadie tendrá hijos, ya no es lógico darles un planeta agonizante,
y no hay amor, ni odio, ni envidia, ni curiosidad.
Sólo se envejece, día a día, y cada minutos menos corazones palpitan.

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